9 de Noviembre 2004

TRES POEMAS

VÍCTIMA Y VERDUGO

Al fondo del pasillo
del tiempo hay un espejo.

Las muecas que haces
vuelven a ti, intactas,
como un último retrato.
Los exabruptos, los deseos
malévolos, la imagen
completa de tu corazón,
ante tus ojos comparecen.

No hay escapatoria.

Golpeado por tu propio puño,
caes y no te levantas
—víctima, verdugo,
¿por qué no enterrador?


ORUGA

Como una oruga al concluir
su período de acopio desenfrenado,
se enrosca
mi lengua y se cierra
mi enorme boca enderredor.

El silencio es la crisálida
donde criaremos alas para el verbo
futuro de los dos.


AROMAS

Somos iguales: con el calor,
nuestros cuerpos desprenden aromas,
esencias perfumadas que responden
dócilmente a nuestra naturaleza íntima.

Somos distintos: para alcanzar
el estado gaseoso del perfume,
a ti te basta con una llama, y a mí
me hace falta el incendio entero.

Tú te consumes como la barra de incienso,
mientras yo imito al aceite en el quemador.

Escrito por Eneas Fog a las 9 de Noviembre 2004 a las 05:32 PM