29 de Enero 2004

Los hombres solos

Cada uno en su isla, los hombres solos
se comunican mediante señales
de humo de sus cigarros:

una columna blanca,
dejadme en paz;

un gran anillo, no estoy de humor;

una espiral
enroscándose hacia el cielo:

guardad las distancias.

[...]

Apenas unas horas
separan la tierra esta de la tierra aquella:
de una zancada salvarías el gran hiato
que, como una astilla, sólo está dentro
--en tu mente sin parámetros.

[...]

Lo único que importa
(la cosa-en-sí)
son los signos que puntúan
del uno al diez, los acontecimientos.

[...]

Sin motivo evidente
florecen los cactos cuyas espinas
te dan temor

[...]

¡Lo contrario! ¡Lo contrario!
El lado oculto, hasta completar
el círculo completo.

[...]

Sobre todo,
NO OLVIDAR
lo que sigue debajo,
escarba que te escarba.

Escrito por Eneas Fog a las 29 de Enero 2004 a las 11:13 AM