[De esta quietud
alucinada de la que ahora salgo
van a quedar, a lo sumo,
huellas detrás de mí,
moldes vacíos].
El peso
cierto que se sostuvo
por un instante a gran distancia
del suelo, caerá otra vez
hasta su propia horma
ya sin elegancia:
breve destello
de lo puro en lo impuro.
La algarabía
donde fui etéreo,
volverá a desvanecerse
con el aliento que asciende
directamente de la cloaca.
Los sueños serán
acaso neuronas borrachas
que poco a poco se emborronan,
dejando un charco tras de sí
de hiel y sudor frío.
El amor,
el amor, el amor:
un espasmo tan sólo.
[De aquella plétora
reconcentrada y azúl,
tú verás cáscaras,
únicamente].