21 de Junio 2004

EL SUEÑO, AÚN

Cuando bastaba
con lo que había para delectarme
en un espinoso marasmo azul
(aire elemental en que yo abría
lo mío a la impersonalidad).

Cuando el viento, fragante
promesa de ilusa algarabía,
transformaba mis esencias de coral
en visiones y raptos en que tú,
límpida reverberación, imperabas.

Cuando asumía
el sacerdocio un cariz bacante
—cometa volando al albur
de una radiante mañana
en líricas funciones de radar.

Cuando el orbe sabía,
muy de tarde en tarde,
del alcance de la sal.

Cuando el sueño, aún
—yo sí me conformaba.

Escrito por Eneas Fog a las 21 de Junio 2004 a las 05:24 PM