¿Es mi hambre
o son tus ganas de comer?
¿Hay connivencia
en esta entrega a esa fe
que va toda por delante
de nosotros, sus guardianes?
¿O es un eco tan sólo
de algo que oímos una vez
y repetimos a ciegas?
Escuchar es inventarte
como estática promesa
de lo que aún está por ver.