27 de Mayo 2004

La paciencia de la piedra

La paciencia de la piedra
no tiene fin: no lo conoce
tampoco el hielo perpetuo
en las altas cimas del adiós
no pronunciado.

Ambos,
agua sólida y mineral
que ni bulle ni se transforma,
habitan en los dominios
mismos de la indeterminación.

Su eternidad se explica
porque no han nacido.

Escrito por Eneas Fog a las 12:46 PM

Presunción

En los fragmentos
de tu imagen rota
por una voz hiriente

(tú eres tu propia artífice
y tu invidente)

alcanzo a discernir apenas
una luz que vaga sin lugar
en que posarse y dormir.

Derramada por la afuera
de ti y de todo, carente
por principio y sin final,
la presunción te amilana:

¿y si...?

Escrito por Eneas Fog a las 12:43 PM

Luz de pie

(Contra una idea de Luis García Montero)

Luz de pie
o sombra arrodillada:
esa es la opción
(no tu ecuación
invertida por la falta
del sentido del deber).

Tu boca sin calma
que mira sin ver
y oye en la mañana
las cauciones de la fe

te depaupera.

Escrito por Eneas Fog a las 12:40 PM

19 de Mayo 2004

¡AIRE!

¡Aire!
Aire fresco
Aire corriendo a espuertas
Aire dicharachero
cerrando puertas y ventanas
(¡blam! ¡blam!)
para abrirlas de nuevo
con estruendo de jarana
y mareo de verbena:
¡tac! ¡tac! ¡tac!

Aire volviendo
aire las cosas concretas:
aire que se va
y que viene y se queda
y vuelve a marcharse y nos lleva:
aire que llena el alma
de sones de paz
y pulsiones de guerra.

Aire valiente en su aparentar
ser voluble y cambiante,
pura esencia de rana,
¡croac, croac!
¡Al agua, al agua!

Aire de nata,
chocolate
y fresa.
Aire: manjar
que nunca sacia.
Aire expectante.

Aire de mesa,
butaca y catre.
Aire que encalma
el alma y el cuerpo.
Aire, no viento,
por todas partes.

Aire rampante,
que trepa y que eleva
a quien le observa,
aun a riesgo
de partirle la cabeza.
Aire que tienta
a reír y a mirar
y a mezclarse,
aire, con lo etéreo.

Aire que no se ata
pero desata.
Aire que enerva
con su natural
tranquilidad completa
de aire que pasa
y no se queda.

Aire que sana
y preserva,
aire de ayer y de mañana,
aire que comunica los tiempos
y dinamita la espera.

Aire que alar,
aire que mezclo,
aire de alfalfa
y de pajar,
aire-veneno,
aire de gasa,
aire de fieltro,
aire-compás,
aire-cerveza,
aire de airar:
aire que lleva
a eternidar.1


_______

1 Eternidar es neologismo, no errata.

Escrito por Eneas Fog a las 9:48 PM

Delectación

El secreto consiste en delectarse:
no vivir
(a secas, la orilla de los besos
se resquebraja),
sino saberlo,
darle al sabor
conocimiento.

Desdoblado en arte
y parte, elevado al cielo
de la contemplación,
el evento alcanza su esencia
de mera apariencia celebrada,
y al jugo confuso le extrae
su mensaje la deglución.


Paladear es una función
(poética de las lenguas)
reservada a mi cerebro.

Escrito por Eneas Fog a las 9:48 PM

16 de Mayo 2004

No es bueno que el hombre esté solo

No es bueno que el hombre esté solo
si no sabe esperar
a que llegue la noche y su rosario
de ilusiones vanas,
u odia salir a pescar
con sus quimeras como único cebo.

No se recomienda la vida en una isla
a quienes adoran caminar
hasta que una cerca les detiene:
se ahogarían ante la vista
del mar y su corazón
indeterminado.

Debe brindarse calor, y cariño,
y una nutrida familia
a los corazones sin amplitud
ni más altas miras: que el resplandor
de la luz desnuda no es armadura,
sino espada que desgarra
al espíritu enemigo de lo azul.

No hay que abandonar a su suerte
a quien ignora que las tres conjugaciones
no conocen la acción ni la aventura,
pues son tan sólo potencias del verbo
en su forma impersonal.

Pero a los monstruos
de un solo ojo, a esos hombres
y mujeres dotados de aptitud
para la contemplación de la vida
en su esencia inconcreta,
a esos no les brindéis consuelo
alguno, ni os compadezcan
sus presuntos dramas ocultos.

Que al alma conquistada por lo abierto
le aniquila la mera compañía
de otro ser distinto al agua.

Escrito por Eneas Fog a las 2:20 PM

Leyendo a Carlos Marzal

Vaharadas de no sé qué
neurotransmisor recorren mi cuerpo.
Aguas extrañas
(no lágrimas: son más profundas
y, a la vez, más corporales)
me anegan el ojo de ver
lo visto y lo que le sustenta.
Hormonas a las que anima
un estímulo inmanente al vuelo
me trastocan y me acrecen.

Leo otro verso.
Y una oscilación pura
y carnal
me acomete de nuevo.

Escrito por Eneas Fog a las 2:19 PM

¡Hombre al agua!

¡Hombre al agua!
Retorno al elemento
primordial:
de nuevo feto
flotando sin pensar
sino en mecerme con las olas
que me envuelven en sus llamas
de luz y figuras vagas…

¡Inmersión en el mar!
Caída lenta hasta el fondo
de donde emergió la caracola
primera con su provisión
de patas, ano, boca,
branquias y ojos.

Buceando sin bombona
devengo de nuevo animal,
una promesa, un infusorio.
Poco a poco se invierte
el camino del ser y de su muerte
en aras de la resurrección
implícita en la voz inicial.

¡Esperad!
No me lancéis el flotador,
que mi vida se salva,
evanescente,
hundiéndose en lo abisal.

Escrito por Eneas Fog a las 2:13 PM

3 de Mayo 2004

Perfectos desconocidos

Perfectos desconocidos
cuyas miradas chocan con la pantalla
traslúcida del deseo:
¿acaso existen manos para abarcar
el océano que os separa?
¿Hay caminos
más acá de esta distancia
de agua y de sal?

Si lo que amáis es el delirio
del místico devaneo,
¿para qué llenar de arañas
vuestro sagrario coral?
Si es la frescura del río
que baja de las montañas,
¿cómo haréis para embalsarla
sin que sufra su caudal
el terrestre menosprecio?

Vosotros, los del inducido
mareo con palabras y metal,
sabed la verdad de la patraña
electrónica: que el sueño
que en la red nos embriaga
es del orden del espejo,
no del de la ventana.

Escrito por Eneas Fog a las 2:12 PM

Tríptico de la laguna

I

Cuando el fondo de la laguna
está en paz y descansa
(su respiración acompasada
a la lenta rotación de la Tierra)
es cuando le crecen las olas:

contra la lisura exterior amotinadas,
ellas mantienen la paz
que, de otro modo, estallaría.


II

En invierno, con la dura
costra de hielo en funciones de casco,
la laguna hormiguea por dentro:

cientos de larvas
a punto de ser desovadas;
semillas con plantas en pleno sueño;
algún que otro pez dorado
mitigando su exilio interior
con la utopía de avenidas futuras.

Las energías del agua fría
acumulan motivos para la subversión.


III

Los meses cálidos, la vida pulula:
en la laguna, es tiempo de confusión.

Al exceso de densidad vital cabe sumarle
los estragos del entusiasmo.
Colonias enteras de empresas inviables
entonan el mea culpa.
Los líderes populares
toman el camino de la emigración.
Hay miles de cadáveres
infestando la ribera del fracaso
(la quimera da de comer, quizá,
pero no alimenta).

Poco a poco se va instalando
un silencio inmemorial.

En el agua,
las siluetas se desdibujan
y de árbol en árbol la telaraña
empieza a parpadear.

Escrito por Eneas Fog a las 2:10 PM